Los hombres deben trabajar también para alcanzar la igualdad

18 de marzo de 2015.

Por Gabriela Ramírez

Política | Internacional | Política y género | Nueva York





Nueva York, 18 mar. 15. AmecoPress/SEMlac. La masculinidad es una norma social posible de modificar siempre y cuando los gobiernos no disminuyan el presupuesto designado para alcanzar la igualdad, lo que representaría un grave retroceso. Esta la conclusión a la que llegaron los y las representantes de los países miembros de Naciones Unidas durante la asamblea de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, CSW59.

Durante el panel "La responsabilidad de los hombres y los niños para alcanzar la igualdad de género" expertos señalaron que la igualdad beneficia a hombres y mujeres, mejora la salud, la educación y genera prosperidad en los países. Por ello, es de vital importancia trabajar conjuntamente y mirar a los hombres y a los niños como agentes de cambio.

En el marco de la campaña impulsada por el Secretario General de ONU Ban Ki-Moon, He for She, representantes de diversos países analizaron el tema de la participación e inclusión de los hombres para alcanzar la igualdad y compartieron sus principales retos y experiencias.

Nuevas masculinidades

Gary Barker, representante de la organización ProMundo, señaló que la vida de los hombres mejora si participan y trabajan con las mujeres para alcanzar la igualdad.

Para ello es necesario implementar estrategias en materia de educación y capacitación para que no haya varones violentos o pasivos ante la violencia y que se conviertan en "hombres de calidad" que puedan establecer alianzas con las mujeres, afirmó el activista.

Asimismo, explicó que es necesario que los hombres puedan acceder a las licencias de paternidad y que tengan mayor participación en la familia.

En este sentido, Natko Gereš, director de Status M, de Croacia, explicó que recientes estudios en su país, donde están difundiendo la masculinización positiva, señalan que los jóvenes perciben dos tipos de hombres: los machos (violentos, intolerantes y que reprimen sus emociones) y los que quieren ser (positivos, que respetan a las mujeres, que son tolerantes, que buscan ayuda y que no son violentos).

Esto, dijo Gereš, ofrece una esperanza porque significa que los jóvenes están empezando a vislumbrar una nueva masculinidad y a dejar de lado los estereotipos.

Por otro lado, Søren Feldbæk Winther, representante del Ministerio de la Mujer en Dinamarca, puso como ejemplo el trabajo que han realizado a través de campañas contra la violencia encabezadas por hombres.

También han impulsado el trabajo de cuidados profesionales para varones, quienes por temor o vergüenza no habían podido desarrollar ese tipo de actividades en las que han destacado.

La igualdad mejora los países, tres ejemplos

Islandia es el país con mayor igualdad entre hombres y mujeres en el mundo. Hoy en día la mitad del parlamento está formado por mujeres, han logrado salarios iguales para hombres y mujeres y la licencia de maternidad.

Además, fue el primer país en tener una mujer presidenta. Allí los hombres y las mujeres pueden desarrollar su potencial, según expertos de Naciones Unidas.

El segundo caso al que se hizo referencia en el panel fue el de Ruanda, un país que ha sufrido genocidios y que hoy ocupa el lugar siete en brecha de igualdad entre hombres y mujeres. La igualdad ha desencadenado avances en esa nación, como la reducción de la mortalidad infantil a casi la mitad, la existencia de más mujeres participando en negocios y en el parlamento, y la reducción de la violencia.

Ruanda es hoy la economía que más rápido crece en el continente africano (8%).

También en Nicaragua existen pasos de avance. Los expertos señalaron que este país, que se vio afectado por la violencia, ha logrado reducir el número de homicidios.

Hoy Nicaragua tiene el mayor número de mujeres en el cuerpo policiaco en el mundo y el 60 por ciento del personal de su gabinete son mujeres.

Al respecto, Henry MacDonald, representante permanente de Surinam en Naciones Unidas, dijo que estos casos ponen de manifiesto que los cambios en las leyes no bastan para lograr la igualdad, porque es necesario que se lleve a cabo un cambio cultural. "Avanzar hacia la igualdad es lo más inteligente, porque no sólo se trata de mujeres y hombres, se trata también de la economía mundial", consideró.

El caso de México

En el panel en representación de México intervino Claudia Alonso, directora general adjunta de Igualdad de Género de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Alonso habló de la necesidad de incidir en todos los niveles de la sociedad para fortalecer la igualdad.

Afirmó que actualmente se lleva a cabo un gran esfuerzo para lograr la transformación de identidades y la reconstrucción de las masculinidades y feminidades, sobre todo al interior de las instituciones gubernamentales.

Explicó también que desde el sector educativo han trabajado para lograr el desarrollo integral de los niños y las niñas para transformar la idea indebida de lo masculino.

Los medios de comunicación

Especial atención en el debate se puso al papel de los medios de comunicación por considerar que juegan un papel fundamental en la difusión de estereotipos. Al respecto, los y las representantes de los países señalaron que es necesario trabajar para generar contenidos libres de estereotipos, discriminación, lenguaje sexista y dar voz a las mujeres, visibilizarlas.

Finalmente, señalaron que las redes sociales son espacios que deben aprovecharse para llegar a los jóvenes, que son la generación más grande que ha existido y representa una oportunidad para lograr el cambio.

Foto: archivo AmecoPress

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Internacional – Política – Política y género. 18 marzo. 15. AmecoPress

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