“El desarrollo económico de las mujeres africanas requiere soluciones locales, nacionales y globales”
Yassine Fall se define como feminista antes que doctora en economía. A los ocho años de edad, se dio cuenta de las desigualdades entre hombres y mujeres en su país natal, Senegal, y en todo el continente africano. Hoy es la principal asesora económica del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para
“En este congreso las empresarias africanas hemos reflexionado sobre el empoderamiento de nosotras en las empresas. En el ámbito económico las mujeres debemos observar retos y dificultades a nivel local, nacional pero también a nivel global”, indicó Yassine Fall, de origen senegalés.
Yassine Fall fue una de las invitadas especiales del Encuentro y participó en su acto de apertura, desde Las Palmas es entrevistada vía telefónica por AmecoPress.
“Estoy llamando a mis hermanas africanas para que se despierten, sé que ya lo están, pero deseo despertarlas y animarlas mucho más, para que comprendan que en este mundo nada se logra de forma gratuita. Cada vez que alguien nos da u ofrece algo, debemos comprender por qué nos lo dan, qué beneficios tiene y qué debemos hacer para enfocar correctamente esas ayudas”, dijo al inicio de la entrevista.
El congreso fue celebrado por Casa África durante dos días en Las Palmas de Gran Canaria el I Congreso Hispano-africano de Mujeres Empresarias, la actividad fue diseñada en colaboración con la “Red de mujeres por un Mundo Mejor”.
La también ex - directora regional de UNIFEM de
Debido a esa situación las mujeres no pueden tener beneficios de sus ventas y “esto afecta a las mujeres que tienen empresas de legumbres, de traje, hay muchos productos alimentarios que llegan de China también a menor costo que los que venden las africanas”, subrayó Fall.
Desde muy joven, Fall descubrió que las economías impuestas en su país estaban alejadas de su realidad como mujer, y de las demás chicas jóvenes que como ella en las décadas de los años 80 y 90 fueron las más afectadas por los sistemas de los ajustes estructurales en África.
“Entre los mercados hay acuerdos de comercio desiguales” y citó como ejemplo: “ahora Europa está hablando de acuerdos en los cuales pide a África que abra más sus fronteras económicas, pero hay condiciones que obstaculizan la introducción de las mujeres africanas a los mercados y las condicionan, no es igualitario porque las condiciones que afrontan las africanas generadas por los acuerdos de mercados globalizados son muy desiguales para ellas, anteriormente te expliqué un poco el por qué”.
El congreso también reunió a destacadas lideresas del mundo económico, como Hesphina Rukato, directora ejecutiva adjunta de La nueva alianza para el desarrollo de África (NEPAD), y Kholoud Al-Khaldi, responsable de Programas de Formación para el Desarrollo Empresarial del Centro de Formación Internacional de
La cooperación al desarrollo: no son ayudas del primer mundo
Uno de los puntos centrales de los debates del congreso consistió en promocionar el diálogo y la mejora a la contribución de las políticas de cooperación internacional, a lo que Yassine dijo: “la cooperación necesita comprender que las personas en África no piden ayuda sin trabajar y sólo extienden la mano, las mujeres, y las personas pobres en África son trabajadores, desde esa perspectiva debo dejar claro que se ayudan primero trabajando hombres y mujeres”.
“Antes de que cualquier persona les ayude a través de microcréditos, o de la forma que sea, ellas y ellos con su mano de obra ya se están ayudando así mismos, te pongo un ejemplo: el 80% de los costos de la educación en África son dados primero por las familias, antes que la cooperación internacional”.
Para Fall, tener memoria histórica es importante, pues “en el pasado las y los africanos han dado mucho a Europa, y sigue dando mucho, todos sus productos nacionales y minerales actualmente los tienen ellos, y olvidan que son robados de África médicos y enfermeras que han sido formadas durante 15 y 20 años para ir a trabajar a Europa, sin ninguna compensación”.
“Comprendo que esto representa un mercado de trabajo, donde hay beneficios y salarios interesantes, pero Europa debe comprender que de esa forma está robando mucho a África, y no compensa nada”, acotó.
De igual forma consideró que las ayudas siempre han sido “condicionadas” por lo que “en este congreso he dicho que los acuerdos deben ser evaluados desde otra mirada. Yo me pregunto cuántas mujeres africanas han beneficiado su vida al venir a Europa, y cuántas empresas españolas se han beneficiado de África”.
Respecto al tema de la migración, Yassine aseguró: “No soy una persona que juzgue la migración legal o ilegal, sólo pregunto porqué algunos europeos pueden venir a África sin visa, quedarse, trabajar, incluso algunas veces utilizan las redes que prostituyen a las niñas y niños, cuando la población africana desea viajar a Europa es todo lo contrario, el blindaje de fronteras es vergonzoso”.
Una historia de vida y de trabajo por las mujeres
La senegalesa se define antes como feminista que como doctora en economía pues “el trabajo que hago como economista está planteado sobre los derechos humanos, económicos y sociales de las mujeres”.
Madre de cuatro hijos, dos niñas y dos niños, Yassine detalla el trabajo que ha realizado durante años en los cuales las mujeres han sido el pilar básico de su inspiración.
“Siempre hago un análisis del trabajo al observar a las mujeres, pues desde ese punto argumento que el trabajo no es sólo una actividad que da una moneda, o dinero, cada actividad que la mujer realiza para producir servicios de bienestar es un trabajo, desde ese punto debemos hacer un análisis del empoderamiento de las mujeres y comprender que tenemos que ser más sofisticadas en nuestros análisis dirigidas a la población femenina en el ámbito laboral”.
“Algunas personas piensan que los microcréditos son una panacea, y quieren hacernos creer que ese sistema es la única salida a los a los problemas de las mujeres empresarias africanas, y no es así -enfatiza- porque las condiciones para acceder a esos microcréditos son muy difíciles”, acotó Fall.
De igual forma la entrevistada explicó que las africanas empresarias que acceden a este sistema de microcréditos “son más explotadas”, porque trabajan doblemente, debido a que en sus comunidades, y por sus tradiciones culturales, tienen que asumir dobles o triples jornadas, pues además de atender pequeños negocios, cuidan de familias suyas y de otras mujeres.
“Al final de la historia se endeudan y los intereses son muy altos. Muchas personas dicen que los microcréditos son ideales para las mujeres, pero no observan con detenimiento el impacto que esos microcréditos causan a nivel local y en la vida de las africanas. Necesitamos observar este tipo de situaciones y no sólo otorgar dinero como única vía de salida a problemas de las empresarias africanas”, subrayó Yassine.
Las soluciones deben ser locales, nacionales y globales
La mirada de Fall traspasa fronteras pues asegura que las soluciones dirigidas hacia la población femenina africana que trabaja en pequeñas, medianas y grandes empresas deben ser planteadas a nivel local, nacional y global.
“Quiero hablarte también de la agricultura, pues el 80% de la comida que aún se produce y genera en el campo africano es elaborada por las mujeres, necesitamos ser cuidadosas al etiquetar el dinero o precio de lo que se produce desde la población femenina en el ámbito del campo”.
Por lo que la doctora en economía apuesta por “crear soportes y unirnos las mujeres economistas, activistas, y liderezas para conquistar trabajos dignos, no sólo dinero, ni micro créditos, proyectos con continuidad y sensibilidad social”.
Respecto al tema del empoderamiento de las mujeres, opinó que “debe ser planeado, con elementos de educación, con una mirada sensible a nivel internacional, y necesitamos saber cómo hacerlo”.
Y agregó que “en
En cuanto a las propuestas y soluciones, Fall prioriza una mirada mundial que permita unir a las mujeres de diversas culturas solucionar problemáticas similares, sin dejar a un lado sus orígenes culturales y ancestrales.
“Nosotras necesitamos conocer otras realidades femeninas para aprender y solucionar juntas todo aquello que nos iguala, no podemos separar el desarrollo de la población femenina de su contexto cultural y ancestral, siempre debemos considerarlo, incluso en el caso de la administración y designación de presupuesto destinado a las mujeres”
La también ex - directora del Departamento de Estudios de
Yassine considera que el feminismo es la herramienta que debe acompañar todo tipo de sus reflexiones, y observaciones a la hora de realizar su trabajo a nivel económico pues “los análisis feministas son análisis sociales, análisis que nos muestran cómo vivir realmente en armonía, en igualdad, donde hombres, mujeres, niñas, niños y todo grupo humano debiera vivir respetándose.
Volver a Senegal para reivindicar espacios políticos
Aunque actualmente Yassine vive y trabaja a nivel mundial en Estados Unidos está esperando su retorno a Senegal.
“Estoy esperando el día de volver a Senegal a trabajar como activista en la sociedad civil, pero también posiblemente ir a unirme a movimientos políticos de mi país, como feminista pienso que debemos ir a pelear los espacios políticos para poder cambiar las cosas”.
Fall se define como feminista desde los ocho años, y desea regresar a su país natal también pues “cada dos años organizamos formación de mujeres y hombres jóvenes, de África, el Caribe, y Ámerica, las y los invitados se quedan en Senegal durante un mes, y enseñamos económicos y sociales, deseo regresar para continuar mi lucha en mi país”.
Fall es fundadora de la organización “awomi”, donde se organizan los cursos, el sitio es:
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Fotos: J.C. Castro
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Internacional – Empresariado – Situación social de las muejres – Entrevista - 20 febrero, 08 (AmecoPress)