La capacidad de apertura al mundo y las ganas de cambio, valores destacados de las mujeres rurales
Ésta es una de las conclusiones que Beatriz Muñoz, profesora de Sociología en la Universidad de Extremadura, ha señalado de su libro “Mujeres rurales. Topología emocional y espacio doméstico”, editado por el Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX). La publicación se basa en una investigación realizada a unas 30 mujeres rurales de esta comunidad autónoma, sobre 400 horas de entrevistas grupales o individuales realizadas durante ocho meses.
Según Beatriz Muñoz, quiso investigar sobre estas mujeres para “dar voz y visibilizar a quienes, tradicionalmente, han estado ausentes de la epistemología dominante, reflejo, por otro lado, de su escasa consideración social”. Muñoz estaba interesada en estudiar este grupo de mujeres, amas de casa con la pretensión de hacerlas visibles, ya que nunca han sido tomadas en cuenta “ni por la ciencia, ni la economía, ni, en general, el conocimiento científico”. Con esta pretensión, esta profesora de Sociología trata de contribuir con su libro “a la reivindicación de un mundo normalmente infravalorado”.
Las cuatrocientas horas de entrevistas realizadas a este grupo de mujeres, cuya colaboración fue “excepcional y generosa” en palabras de Beatriz Muñoz, ha supuesto para la autora un enriquecimiento personal que le ha llevado a superar y a afrontar sesgos “por llamarlo de alguna manera, de clase, que le han permitido desmontar muchos apriorismos de los cuales, buena parte de la sociedad participa, y que se refleja en muchos términos peyorativos utilizados para referirnos a ellas”.
Para Muñoz, en contra del estereotipo de mujer rural encerrada en casa, hay que destacar la capacidad de apertura al mundo y las ganas de cambio. Son mujeres que se implican de manera creciente en su comunidad. De ahí, que “el movimiento asociativo de la mujer, especialmente, en el ámbito rural, se esté desarrollando extraordinariamente. Son un capital social y humano destacable que debe considerarse en los procesos de dinamización y desarrollo”, destaca la autora del libro.
Otra característica a tener en cuenta de las mujeres que han participado en la investigación, según Beatriz Muñoz, es la conciencia que tienen de su propia realidad y la canalización de todos sus esfuerzos en los procesos educativos y socializadores de sus hijas. En esta línea, “se ve algo más que una función reproductora de la institución familiar y del patriarcado. Más bien, al contrario, se las puede considerar agentes de cambio”, concluye la investigadora que actualmente está realizando un trabajo con mujeres inmigrantes en contextos rurales.
Fotos: AmecoPress
Pie de foto superior: De izquierda a derecha, Mª José Pulido, directora del Instituto de la Mujer de Extremadura y la autora, Beatriz Muñoz, profesora de Sociología en la Universidad de Extremadura.
Autonomías – Mujeres rurales – 19 febrero, 08 (AmecoPress)