“Los países del Magreb deben introducir una forma nueva de acción que respete los Derechos Humanos”

15 de febrero de 2008.

Por Toñi Rubio

Madrid | Internacional | Voces de mujeres



Khadija Mohsen-Finan, responsable de investigación del Instituto Francés de Relaciones Internacionales


En palabras de Khadija Mohsen- Finan, responsable de investigación del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), introducir una forma nueva de acción que respete los Derechos Humanos en los países del Magreb es un requisito necesario para que caminen hacia la democratización de sus sistemas políticos, económicos y sociales. Así se pronunció esta doctora en Ciencias Políticas y responsable del programa Magreb del IFRI en una Conferencia denominada “Incertidumbres Magrebíes” celebrada en el Círculo de Bellas Artes con la organización de Casa Árabe.

Para Khadija Mohsen, el discurso de los Estados del Magreb ha envejecido, por lo que buscan modernidad política, para romper con la marginalidad que sufren en las relaciones internacionales, en los medios de comunicación, en la inversión económica y  en la producción intelectual e industrial.

Los países magrebíes entran en la globalización por la puerta de atrás, por lo que la población joven, que además es la mayoría, siente que no participa en este proceso, produciéndole una gran frustración, asegura Mohsen. Desde esta situación se explica que cada vez más personas jóvenes caigan en las redes del islamismo radical y del yihadismo. “Cuando un joven se inmola está interpelando al Estado”, asegura la doctora Khadija.

Los Estados del Magreb asisten en su territorio a una crisis política y de identidad y al derrumbamiento del orden familiar tradicional, por lo que se busca en lo religioso respuesta a la insatisfacción personal, ya que no se encuentra en la política. En este sentido, asegura Mohsen, los Estados deberían buscar una adecuación entre lo que demanda la juventud y la respuesta que ellos les ofrecen y no seguir en su actitud de negación del fenómeno por no tener respuestas. Esta forma de actuar da lugar a una ausencia de comunicación, en la que cobra peso el rumor y se aleja a la sociedad de la realidad, argumenta la experta en el Magreb.

Falta de estrategia común

Los países magrebíes carecen de una estrategia común para enfrentarse al islamismo radical y “esta falta de región integrada debilita a cada Estado en particular” y aumenta el poder de estos grupos radicales para atraer a la juventud. Según Khadija Mohsen, habría que analizar a fondo el discurso que el radicalismo islamista ofrece a la población juvenil, y que consigue que cada vez en mayor medida, se recluten con menor edad y en mayor número. Es de destacar la enorme capacidad y rapidez de estos grupos para crear redes, con lo que supone para la desestabilización de los estados de la zona y para el Sur de Europa, por su proximidad y la gran población emigrada de estos países. Para Mohsen, se hace fundamental dar respuesta a las demandas de la sociedad por parte de los Estados, reconocer la lacra del terrorismo islámico y buscar la modernidad política.

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Fotos: AmecoPress

Pie de foto superior: Khadija Mohsen-Finan, responsable de investigación del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), conversando antes de la Conferencia.

Pie de foto inferior: : Khadija Mohsen-Finan junto a la directora general de Casa Árabe, Gemma Martín Muñoz

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Internacional – Voces de mujeres – 15 febrero, 08 (AmecoPress)

 

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